CIUDAD DEL VATICANO - El papa Francisco habló este miércoles de su admiración por los futbolistas Lionel Messi, Pelé y Diego Armando Maradona, de quien dijo que fue "un grande pero como hombre fracasó", culpando de ello a la "corte" que lo rodeó.
El pontífice, preguntado en una entrevista en la televisión pública italiana RAI sobre qué astro del fútbol prefería, si Messi o Maradona, respondió: "Diré un tercero, Pelé".
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"Maradona fue un grande pero como hombre fracasó. El pobrecito tropezó con la corte de quienes lo adulaban y no le ayudaron. Vino a verme en mi primer año de pontificado y después el pobre tuvo el final", dijo sobre el Pelusa, fallecido en noviembre de 2020.
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Francisco lamentó que "muchos deportistas acaban mal, también en el boxeo" pero de Messi dijo que es "correctísimo, un señor".
Sin embargo, puntualizó, "el gran señor es Pelé", fallecido en diciembre del 2020. "Lo encontré en un avión cuando yo estaba en Buenos Aires, fue un hombre de una humanidad tan grande. Los tres son grandes, cada uno con su especialidad", zanjó.
En otro orden de cosas, Bergoglio también habló de la novia que tuvo en su juventud, "una chica muy buena" que trabajaba en un cine y a la que luego vio en una parroquia con marido e hijos cuando él era arzobispo de Buenos Aires.
También refirió que nunca sintió perder la fe pero sí "no sentirla y caminar senderos oscuros".
En cuanto a su salud, respondió, irónicamente: "Aún vivo", después de sus operaciones de rodilla y de colon. "Ahora estoy muy bien, puedo comer todo", aclaró.
Asimismo Francisco rechazó los calificativos de si es de derechas o de izquierdas por "no ser reales" y reivindicó que "las verdaderas calificaciones es si eres coherente o no, si lo que propones es coherente con las raíces o cosas extrañas".
En este sentido recordó que a san Pablo VI, encargado de cerrar el revolucionario Concilio Vaticano II en 1965, "le dijeron de todo porque fue un innovador" y sin tener "nada de izquierdoso ni de comunista".
Sobre la Iglesia que dejará, Francisco, centro de críticas de los sectores más conservadores, dijo que "siempre hay la melancolía del pasado" por parte de "quienes quieren volver atrás y no aceptan que la iglesia siga adelante y esté en camino".
"La Iglesia tiene que crecer", sostuvo.