El excapo del cartel de Medellín, Fabio Ochoa Vásquez, recuperó su libertad después de purgar una condena de más de dos décadas por narcotráfico en una cárcel estadounidense y se espera que sea deportado a su natal Colombia, donde protagonizó una sangrienta guerra del narcotráfico en la década de 1980.
El excapo recuperó la libertad el martes, según el Buró de Prisiones de Estados Unidos, luego de pagar 25 años de prisión de una condena de 30 años de cárcel que le fue impuesta tras ser declarado culpable de conspiración para poseer e importar cinco o más kilos de cocaína a Estados Unidos.
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Ochoa Vásquez, de 67 años, fue un miembro de alto rango del cartel de drogas de Medellín que lideró Pablo Escobar, quien fuera el narcotraficante más buscado del mundo. También fue parte del grupo MAS (Muerte a Secuestradores) que se creó en Colombia en la década de 1980 tras el secuestro de su hermana Martha Nieves Ochoa por parte de la extinta guerrilla M-19.
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El excapo se entregó a las autoridades en Colombia en 1990, cuando hacía parte de los más buscados por Estados Unidos, bajo el ofrecimiento de que los capos no serían extraditados. Pagó siete años de prisión y luego recuperó la libertad.
Sin embargo, luego reanudó sus actividades ilegales de tráfico de drogas, según las autoridades estadounidenses. En 1999 fue arrestado nuevamente por una orden de Estados Unidos y extraditado a ese país dos años después.
En Colombia las autoridades han ocupado bienes inmuebles valuados en miles de millones de pesos que fueron adquiridos por Ochoa Vásquez con testaferros.
Richard Gregorie, un fiscal federal retirado que formó parte del equipo de la fiscalía que condenó a Ochoa en Estados Unidos, dijo que las autoridades nunca pudieron confiscar todas las ganancias ilícitas de la familia Ochoa por drogas y que espera que Ochoa tenga un bienvenido regreso a casa.
“No se jubilará como un hombre pobre, eso es seguro”, dijo Gregorie a The Associated Press.
Richard Klugh, un abogado de Ochoa en Miami, se negó a hacer comentarios.