KIEV, Ucrania — Diez personas fallecieron el martes luego de que misiles rusos alcanzaron edificios residenciales en un ataque nocturno sobre Krivói Rog, explicó el alcalde de la ciudad del centro de Ucrania.
Oleksandr Vilkul indicó que 28 personas habían resultado heridas y que al menos una más estaría atrapada entre los escombros. En un mensaje a primera hora de la tarde, el regidor escribió en Telegram que docenas de heridos fueron trasladados a hospitales de la ciudad.
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El ataque con misiles de crucero alcanzó un edificio residencial de cinco plantas, que quedó envuelto en llamas, explicó Serhiy Lysak, gobernador de la provincia de Dnipropetrovsk, en Telegram.
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La devastación en la ciudad natal del presidente Volodymyr Zelenskyy es el último episodio sangriento en la guerra rusa en Ucrania, que dura ya 16 meses, mientras las fuerzas ucranianas redoblan su contraofensiva con armas proporcionadas por Occidente para tratar de expulsar a las tropas de Moscú.
Las imágenes del lugar transmitidas por Zelenskyy en su canal de Telegram mostraban a bomberos luchando contra el fuego mientras las llamas asomaban a través de las múltiples ventanas rotas del edificio. Vehículos dañados y calcinados llenaban las inmediaciones.
“Más misiles terroristas”, escribió en la aplicación de mensajería. “Los asesinos rusos continúan su guerra contra edificios residenciales, ciudades y personas normales”.
Este ataque aéreo fue el más grande de los lanzados por Rusia sobre varias partes de Ucrania durante la noche.
La segunda ciudad más grande del país, Járkiv, fue atacada por drones Shahed de fabricación iraní y la región colindante registró bombardeos, dijo el gobernador, Oleh Syniehubov, el martes en Telegram. Los bombardeos causaron heridas a dos civiles en la localidad de Shevchenkove, al sureste de Járkiv, agregó.
Por su parte, el alcalde de Járkiv, Ihor Terekhov, reportó a primera hora del martes daños en empresas de servicios públicos y un almacén en el noreste de la ciudad. Ninguno de los dos mandatarios mencionaron víctimas en Járkiv.
La administración militar de Kiev indicó que la capital también fue atacada el martes, pero los misiles fueron destruidos por las defensas antiaéreas y no se reportaron víctimas de inmediato.
Las defensas aéreas derribaron durante la noche 10 de los 14 misiles de crucero y uno de los cuatro drones Shahed lanzados por las fuerzas rusas, explicó el Estado Mayor del Ejército ucraniano en su página de Facebook.
Por su parte, el comandante de las tropas de tierra ucranianas dijo que las fuerzas están “avanzando” en las afueras de Bájmut, en la provincia de Donetsk.
En un mensaje en Telegram, Oleksandr Syrskyi, afirmó que las tropas rusas están “perdiendo posiciones en los flancos” cerca de la disputada ciudad oriental, al tiempo que presentó las operaciones ucranianas en esa zona como “defensivas”.
Durante semanas, las autoridades ucranianas han estado reportando pequeños avances al oeste de Bájmut, que Moscú tomó el mes pasado tras la batalla más larga y cruenta de la guerra.
También el martes, el Ministerio de Defensa de Rusia publicó un video que muestra lo que se dice que es un tanque Leopard 2, de fabricación alemana, y un vehículo de combate Bradley, fabricado en Estados Unidos, capturados a las tropas ucranianas. Según el ministerio, las imágenes fueron grabadas por soldados rusos tras intensos combates en Zaporiyia, en el sur del país, y en él aparece un soldado apuntando a los vehículos inmovilizados. No fue posible verificar la autenticidad del video de inmediato.
Como ocurre en Bájmut, las zonas de combate en Zaporiyia son uno de los puntos del frente de casi 1,000 kilómetros (600 millas), donde las fuerzas ucranianas han intensificado su contraofensiva.
El lunes, la viceministra ucraniana de Defensa, Hanna Maliar, dijo que las tropas del país recapturaron un total de siete aldeas en un tramo de 90 kilómetros cuadrados (35 millas cuadradas) durante la semana pasada — pequeños éxitos en las primeras fases de la contraofensiva.
Los funcionarios rusos no confirmaron esos avances ucranianos, que fueron imposibles de verificar y podrían revertirse en el vaivén de la guerra.
El avance equivale a pequeños trozos de territorio y subrayó la dificultad de la batalla que tienen por delante las fuerzas ucranianas, que tendrán que luchar metro a metro para recuperar aproximadamente la quinta parte de su país que está bajo ocupación rusa.