BOGOTÁ - El exnarcotraficante colombiano Miguel Rodríguez Orejuela, quien fuera líder del poderoso Cártel de Cali, pidió desde una prisión estadounidense al presidente Gustavo Petro ser nombrado gestor de paz, una figura usada para ayudar en acercamientos con grupos armados ilegales.
"Es mi deseo, tratar de resarcir en parte al pueblo colombiano por nuestro proceder en tiempos pretéritos y enmendar con compromisos reales los posibles daños causados", señaló Rodríguez en una carta divulgada el viernes por Gustavo Bolívar, un funcionario del gobierno, y fechada en abril de este año.
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Petro no ha respondido públicamente si aceptará o no la petición de Rodríguez Orejuela de ser nombrado gestor de paz. Se trata de una figura que otorgó recientemente a 18 exjefes paramilitares, algunos de los cuales están en prisión.
El desaparecido Cártel de Cali llegó a controlar el 80% de los narcóticos que se exportaron a Estados Unidos y Europa en la década de 1980 y parte de la de 1990.
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Rodríguez Orejuela fue detenido en 1995, junto a su hermano Gilberto, quien falleció en 2022, y luego extraditado en 2005 a Estados Unidos. Los hermanos fueron condenados a 30 años de prisión por cargos de conspiración para tráfico de drogas y lavado de dinero ocultando las ganancias del narcotráfico.
En la misiva, el excapo asegura que tras "largos años" en prisión, ha cambiado de mentalidad y está dispuesto a contar detalles de la sangrienta guerra de narcotráfico que protagonizó.
"Solo quiero poder contar mi verdad sin odios ni revanchas y así poder alcanzar el perdón divino, porque a la sociedad ya le estoy pagando por mis errores. Ya pesan sobre mí 80 largos años y casi 29 de ellos privado de la libertad y en silencio", indicó Rodríguez Orejuela.
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Su hermano, Gilberto, falleció en 2022 en una prisión estadounidense mientras pagaba su condena por narcotráfico, luego de enfrentar problemas de salud y pedir una excarcelación por razones humanitarias que le fue negada.
Rodríguez Orejuela no detalla en la carta cuáles serían las gestiones que desarrollaría en caso de ser nombrado gestor de paz, pero sugiere que los gobierno de Estados y Colombia "deberían evaluar realmente el desmantelamiento pacífico y negociado del actual narcotráfico en Colombia".
Sin embargo, le dice al presidente en la carta que para desempeñar un "papel constructivo" en ese eventual plan de negociar con los actuales narcotraficantes "hay que iniciar por cumplir los pactos con lealtad" y reclama el supuesto incumplimiento de un acuerdo firmado en 2006, año en que fue condenado, con la justicia estadounidense.
Según el excapo, en ese acuerdo, que contó con la anuencia de la fiscalía colombiana, aceptaban los cargos y se comprometían a la entrega voluntaria de las empresas y propiedades a cambio del "perdón y olvido para nuestros familiares". Sin embargo, asegura que el incumplimiento derivó en un "entrampamiento sistemático contra 28 miembros de nuestra familia".
Bolívar, quien difundió la carta de Rodríguez Orejuela, explicó en un video divulgado en X que las personas que le remitieron la misiva le dijeron que el excapo estaría dispuesto a entregar el listado de 3,000 bienes que aceptó como reparación a las víctimas y que "siente que están desaparecidos o que cayeron en manos de inescrupulosos".
En la carta, también admitió que fue parte de una época en la que se perpetraron ataques con explosivos y asesinatos a políticos, periodistas y civiles, "hasta llegar a la muerte violenta" de cinco candidatos presidenciales.
"Nos volvimos amantes de la ambición y la codicia, pasando de ser unos empresarios a convertirnos en unos vasallos astutos del delito", lamentó.
En 1974, los hermanos Rodríguez Orejuela fundaron una reconocida cadena de farmacias en Colombia con 800 sucursales, que pasó a ser del Estado en 2022 bajo la figura de extinción de dominio, luego de que un juez concluyera que los capos las fundaron con "dineros producto de actividades de narcotráfico".
