Una mujer ha sido acusada del asesinato de tres personas que murieron por presunta intoxicación por hongos durante una comida familiar que ella organizó y cocinó, dijo la policía australiana en un comunicado el jueves.
Los cargos se presentan tras su arresto después de una investigación sobre las muertes de julio pasado, que ocurrieron después de un almuerzo familiar en el pequeño pueblo de Leongatha.
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La policía no nombró a la mujer de 49 años que fue arrestada, pero los medios australianos la identificaron ampliamente como Erin Patterson, la chef y anfitriona del almuerzo.
El jueves la mujer fue acusada de tres cargos de asesinato y cinco cargos de intento de asesinato. Dos de esos cargos de intento de asesinato se relacionan con la comida de julio, mientras que tres están relacionados con incidentes anteriores que involucraron a la misma presunta víctima, dijo la policía.
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Las víctimas fueron identificadas como Gail Patterson, de 70 años, su hermana Heather Wilkinson, de 66, y su esposo Don, de 70 años, quien falleció un día después.
Mientras la policía investiga e intenta determinar la causa de muerte, por ahora se presume que fallecieron luego de haber comido un venenoso hongo que puede causar la muerte.
El detective Dean Thomas dijo que aunque no está claro qué tipo de hongos habían comido los invitados, sus síntomas eran compatibles con los que puede causar el hongo del sombrero mortal (Amanita phalloides), el más venenoso del mundo y responsable del 90% de las muertes por ingerir estas setas.
Ingerir un hongo de este tipo puede causar daños graves en el hígado y muerte por fallo hepático.
La policía entrevistó a la familiar que invitó y cocinó el almuerzo en su casa ese 29 de julio y que no se enfermó. Por ahora no enfrenta ningún cargo.
"Yo no hice nada. Los amaba y estoy devastado porque se han ido", le dijo a Network Nine el lunes
El Departamento de salud de Victoria había emitido una alerta en abril sobre los champiñones de la muerte en abril, al catalogarlos como “extremadamente venenosos” y enumerando síntomas de consumo que incluyen violentos dolores de estómago, náuseas, vómitos y diarrea.
