COZUMEL - Con gritos desesperados, los habitantes de Cozumel suplicaban porque el crucero no se detuviera en ese puerto mexicano.
"Por favor, no lo dejen atracar; por favor, es nuestra vida", decía un grupo de habitantes de esa isla de Quintana Roo.
Durante toda la noche la protesta no paró, porque los rumores decían que en el barco viajaba un paciente posiblemente infectado con coronavirus.
”Es un riesgo potencial", considera William Güemez, uno de los habitantes de Cozumel.
Dentro de la embarcación, uno de los pasajeros cuenta que veían las manifestaciones y esperaban impacientes tocar tierra después de tres días de navegar.
"Estamos muy molestos porque no hemos conocido ningún puerto", lamenta Eder Ortiz, pasajero del crucero.
En medio del caos, el gobierno mexicano negó esa versión. Indicó que el enfermo tenía otro tipo de padecimiento, un gripe común, así que anunciaron que los más de 6,000 pasajeros podrían desembarcar.
"Nosotros no podemos actuar con discriminación", afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ante el pánico generado, las autoridades mexicanas hicieron un balance de cómo se están previniendo ante la propagación en el mundo de COVID-19.
El gobierno mexicano aseguró que está preparado para enfrentar a este virus, ya cuentan con planes de emergencia y la infraestructura para atender los casos que se presenten.
La secretaría de Salud indicó que en esta nación se han detectado 19 casos sospechosos, pero hasta ahora ninguno de ellos resultó positivo.
"Desde el inicio estamos seguros que el virus va a llegar a México, lo más probable es que va a llegar; no es posible predecir cuándo", expresó Hugo López Gatell, subsecretario de Salud.
Pero en tanto, aseguraron, continuarán implementando filtros sanitarios en todos los puntos de acceso al país.