MÉXICO - La enfermera clasifica las montañas de medicamentos con los que tratarán de salvarle la vida a los pacientes de la casa hogar.
"Aquí está caducado, lo que está vigente, lo que necesitamos o no?”, explica una religiosa que clasifica una montaña de medicamentos.
Ese refugio para ancianitas ubicado en León, Guanajuato, se ha convertido en un foco de contagios de COVID-19: del 31 de diciembre a la fecha, confirmó la madre encargada, se han registrado ahí más de 40 casos positivos y por lo menos tres decesos.
"Así que está todo mundo en sus cuartos y las tenemos completamente aisladas", dice la hermana Felia Fernández, representante del asilo.
La religiosa indicó que la monja que se infectó primero cuidaba a las viejitas y murió casi de inmediato, pero el virus se propagó rápidamente. En el tiempo que ha transcurrido, por lo menos 10 hermanas se han enfermado al igual que 15 ancianitas y una docena del personal que ahí labora.
El asilo se dedica a brindar ayuda a mujeres de la tercera edad en condiciones vulnerables, la mayoría de ellas sin familia, por lo que ha sido muy complicado contar con los recursos para atenderlas.
Algunos vecinos de la zona se han unido a la lucha.
"Ahorita todos ocupamos, dada la situación de la pandemia todos debemos ayudar", dice Luis Camarena, quien apoya al asilo.
La secretaría de Salud estatal está también atendiendo el caso.
"El estado de salud ahorita es estable, lo que nos tiene preocupados es que son pacientes potencialmente que pueden agravarse", dice Tracy Villanueva, secretaria de Salud.
Pero el esfuerzo no es suficiente, indica la madre Felia Fernández, quien con impotencia solo ve como las vidas de sus compañeras y protegidas se extinguen.
"Tenemos cuatro concentradores y un cilindro, pero el cilindro cada vez que se nos acaba hay que estar en la peregrinación, como todo el mundo, de aquí para allá", detalla.
Las seis religiosas que han dado negativo a las pruebas están cuidando a los pacientes, esperando que el virus sea clemente con ellas.