CIUDAD DE MÉXICO — Después de poco menos de dos meses de estar confinado en la capital, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó el miércoles que planea regresar al espacio público a partir del martes con una gira de trabajo por el sureste de México a pesar de que la pandemia de coronavirus no cede.
López Obrador, quien presume ser el mandatario que más veces ha recorrido el país, no salía de gira desde el 29 de marzo, cuando supervisó la construcción de una carretera en Badiraguato, Sinaloa.
Su plan ahora es visitar Cancún, en el estado de Quintana Roo, y otros cuatro estados del sureste —Yucatán, Campeche, Tabasco y Veracruz— para presenciar el arranque de las obras del Tren Maya y supervisar los avances en la construcción de una refinería en el Golfo de México, dos de los proyectos de mayor calado de su gobierno.
Sin embargo, tanto Tabasco como Veracruz son dos de los estados más afectados por la pandemia, sólo por detrás de la capital, el Estado de México y Baja California en número de contagios.
El mandatario confió en que nada detenga un viaje que consideró muy importante, pero reconoció que el jueves se reunirá con su equipo para hacer las últimas evaluaciones sobre el tema.
“La decisión no está tomada”, hizo notar el miércoles por la noche el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, tras informar de un nuevo pico en los registros diarios de contagios, que ya superan los 78,000 y hay al menos 8,597 muertos.
Pero el vocero del gobierno para la pandemia recordó que “la vida publica del país, incluyendo las actividades gubernamentales, es muy importante”, que ninguna administración ha parado actividades, aunque sí las redujo a las esenciales, y que el gobierno debe empezar a reactivarse como se planea que pase con el resto de los sectores.
López Obrador dijo que viajará en avión de Ciudad de México a Cancún en un vuelo comercial como lo ha hecho desde que asumió el poder, y luego recorrerá el sureste en automóvil. Volverá por tierra a la capital.
“Voy a cuidarme. Si la línea aérea tiene como norma el que se use cubrebocas lo voy a usar. En el caso del viaje los médicos me están recomendando que no use mucho el avión, que sea más por carretera, a ras de tierra”, afirmó.
Entre otras medidas, el presidente aseguró que los actos a los que acuda no van a ser multitudinarios y se restringirán a no más de 50 personas, guardando las medidas de distanciamiento.
En sus viajes por el país, López Obrador usualmente se acerca mucho a la gente y recibe cartas y peticiones, algo que tampoco podrá hacer ahora, pero tendrá emisarios que lo hagan durante la semana.
“Les pido que nos ayuden, que ahora no puedo tener comunicación directa, pero sí vamos a recoger sus sentimientos y por eso voy”, agregó.
En este sentido, López-Gatell subrayó que no se tratará “de concentraciones masivas, sino visitas técnicas de supervisión”, aunque tradicionalmente los viajes del presidente se parecen más a mítines de campaña con múltiples asistentes, porque dice que su objetivo es poder recoger el sentir del pueblo y estar cerca de la gente.
El mandatario consideró muy importante dar el pistoletazo de salida a las obras del Tren Maya, que se construirá en la península de Yucatán. En un recorrido de 1,525 kilómetros, conectará la turística Riviera Maya con sitios arqueológicos del interior y la ciudad colonial de Mérida.
Con la obra ferroviaria se pretenden crear 80,000 empleos que ayuden a enderezar una economía sacudida por la pandemia.
El Instituto Mexicano del Seguro Social informó que en abril se perdieron poco más de 550,000 puestos de trabajo, y López Obrador dijo el fin de semana que en lo que va de mayo se perdieron otros 400,000, pero ha prometido que de aquí a fin de año creará dos millones de empleos.
Sin embargo, las previsiones no son buenas.
Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México (Banxico), dijo el miércoles que en el segundo semestre del año se acentuará la contracción de la economía, que podría caer hasta un 8.8% en 2020 y prolongarse durante 2021 debido a la situación generada por la crisis de salud.
La intención de reanudar las giras presidenciales suscitó críticas inmediatas, porque aunque el domingo termina formalmente la jornada nacional de sana distancia, es decir, de aislamiento, la gran mayoría de los estados no podrá reiniciar sus actividades porque los contagios siguen incrementándose.
“¿En verdad es necesaria la gira? ¿Es una actividad esencial? La gira expone al contagio y lo propicia: al personal de avanzada, logística, seguridad (que aunque no se reconozca, existe y es compleja), comunicación y al propio presidente”, escribió en Twitter Felipe Calderón, quien fue presidente de México de 2006 a 2012.
Lo “más delicado: da la señal equivocada a la población de que todo está bien y que se puede salir, lo cual no es cierto. Ojalá no se agudicen contagios y fallecimientos a partir de un relajamiento inducido involuntariamente”, agregó.
Aunque el mensaje general de las autoridades sigue siendo “Quédate en casa”, el presidente adelantó que a partir de la próxima semana su plan es estar una semana en la capital y otra de viaje si las autoridades de Salud se lo autorizan y con las debidas precauciones. Por eso mandó, por adelantado, un mensaje a sus críticos: “Ojalá que nuestros adversarios no vayan a ir a provocar diciendo que no estamos respetando las medidas sanitarias”.