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Una nueva iniciativa en una escuela secundaria de Lowell, Massachusetts espera no solo abordar las necesidades de su comunidad más vulnerable sino también enseñarles importantes habilidades para la vida, ofreciendo un servicio de lavandería dentro de su campus.
Es un proyecto creado por estudiantes para estudiantes.
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Un cuarto con lavadora y secadora ayudará a brindar un nuevo comienzo a los niños que más lo necesitan en la escuela secundaria Butler en Lowell.
"A veces no había suficiente dinero para lavar", dice Yarismar Rijo, quien es estudiante de séptimo grado en Butler Middle School.
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Ella dice que comprende de primera mano los problemas que supone no tener ropa limpia, razón por la cual ella y sus compañeros se unieron para crear esta importante iniciativa.
“La gente realmente se sentía mal consigo misma porque solía ser intimidada por no tener ropa limpia y realmente se sentían mal. No querían venir a la escuela”, dijo Rijo.
Esta iniciativa no solo ayuda a los estudiantes que más lo necesitan, sino que también les enseña habilidades esenciales para la vida, dice el director Jaime Moody.
“De hecho, tuvimos un niño que decía: yo no lavo mi ropa, mis padres lavan mi ropa. Le doy esto a mi mamá. Entonces, cuando realmente pensamos en formar a nuestros estudiantes de una manera holística, es a través de habilidades como esta”, dijo Moody.
El 27% de los estudiantes de The Butler Middle School son nuevos en el país y otro 15% no tienen hogar.
La maestra de ciencias de octavo grado, Alejandra Cabrera, dice que contar con este servicio de lavandería no es solo para ayudar a los estudiantes que enfrentan los desafíos de la vida, sino también para quitarles un peso de encima a sus seres queridos.
“Sabemos que hay ciertas necesidades que tienen los estudiantes. Entonces, si no se satisfacen sus necesidades más básicas, eso impide que los estudiantes estén completamente presentes en la escuela y puedan aprender y ser lo mejor de sí mismos. Que es realmente todo lo que queremos para nuestros estudiantes”. Cabrera, dijo.
Este proyecto fue posible gracias a una donación de The Carr Foundation y ahora niños como Jason tendrán una cosa menos de qué preocuparse.
La escuela secundaria Butler es una de las únicas escuelas en Lowell que hace algo así, y tienen esperanza de inspirar a otros distritos a hacer lo mismo.
