La concejal de Boston, Julia Mejía intervino para mediar entre las trabajadoras del salón de belleza que se negaban a abrir la puerta y los oficiales.
Un grupo de mujeres pasaron varias horas encerradas dentro de un salón de belleza por miedo a ser arrestadas por agentes federales.
Esto ocurrió el jueves en Hyde Park, un vecindario de Boston donde la policía y el FBI realizaban un operativo que no tenía que ver con inmigración.
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Este mismo miedo que vive la comunidad inmigrante, en muchos casos impide que hagan sus denuncias.
Las autoridades insisten en la importancia de conocer nuestros derechos, sin embargo, en estos momentos hay mucha desconfianza, y eso fue justo lo que pasó en este salón de belleza.
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"La gente piensa que la policía está unida con migración y tienen miedo", dice Vianey Godoy, clienta del salón de belleza.
"Todas estaban en pánico, unas llorando, que tenían a sus hijos en la escuelas, que no sabían qué iba a pasar y quién iba a recoger a sus hijos", dijo Godoy.
Godoy aunque reconoce que también tuvo miedo, fue ella quien contactó a las organizaciones pro-inmigrantes y a la concejal de Boston, Julia Mejía.
La concejal intervino para mediar entre las trabajadoras del salón de belleza que se negaban a abrir la puerta y los oficiales y les hizo una video-llamada, en la que el oficial explica lo ocurrido, “yo les toque la puerta, para dejarle saber que somos policía de Boston, y estamos arriba... y alguien nos dijo que ustedes tenían miedo pensando que era inmigración, pues yo les toqué la puerta para dejarles saber que no somos inmigración"
"Pregunté si ICE estaban aquí porque eso fue lo que se había reportado, y la policía me dijo que no", dijo la concejal Mejía.
Pese a esta llamada, las mujeres permanecieron encerradas en el salón de belleza, hasta confirmar que los oficiales de Boston y del FBI se habían marchado.
La concejal dice que los operativos de ICE han infundido terror en la comunidad, al punto de que muchos tienen miedo de acudir a la policía.
En una conferencia de mujeres latinas que se realizó en la casa estatal, se habló de la importancia de hacer valer nuestros derechos como comunidad inmigrantes frente agentes federales.
El salón de belleza abrió sus puertas normalmente el viernes, y la situación no pasó de ser un gran susto.
