Dos hombres fueron arrestados el lunes por cargos de armas en medio de la investigación de un tiroteo fatal en una fiesta en una casa de Lawrence, Massachusetts durante el fin de semana, anunció el fiscal de distrito del condado de Essex, Paul F. Tucker.
Saul Enrique Morales Espinosa, de 22 años, de Lawrence, y Joshual Ramirez, de 20 años, también de Lawrence, fueron acusados cada uno de dos delitos graves: portar un arma de fuego sin licencia y portar un arma de fuego cargada, anunci´la fiscalía.
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Cada uno fue retenido sin derecho a fianza en espera de una audiencia de peligrosidad el 9 de mayo.
Espinosa y Ramírez se declararon inocentes durante las lecturas de cargos remotas el lunes ante el juez de la corte de distrito de Lawrence, Stephen Geary.
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Espinosa permanece hospitalizado en Boston con heridas de bala, mientras que Ramírez permanece hospitalizado localmente, también con heridas de bala.
FIESTA QUE SE TORNA VIOLENTA
La policía de Lawrence fue llamada a un apartamento en Royal Street alrededor de las 3:00 a.m. del domingo y, cuando llegaron, encontraron a las seis víctimas. Todos fueron trasladados de urgencia al Lawrence General Hospital, donde un joven de 18 años identificado como Desiderio Arias, de Lawrence, fue declarado muerto.
Más tarde, otras dos víctimas fueron trasladadas en helicóptero médico a hospitales de Boston.
Sin embargo, aún quedan preguntas, incluido lo que condujo al tiroteo y las condiciones de las otras víctimas.
HABLAN LOS RESIDENTES DE LAWRENCE
Un amigo de la víctima, que se identificó como JT, dijo que el sábado Desiderio lo llamó y le dijo que no estaba seguro de salir esa noche de fiesta, algo que JT consideró como una señal de Dios.
Los vecinos del sector dijeron que escucharon unos diez disparos durante la noche. No es la primera vez que escuchan fiestas en esa casa, y después de esto, esperan que la policía se involucre más.
“No hay diferencia en Lawrence, Methuen y Andover, y hay más gente consumiendo drogas aquí que allá, así que tiene que haber más actividad policial”, dijo un vecino, Darío Pérez.
“Estamos muy asustados porque tengo hijos”, dijo un hombre llamado Luis. “Tengo un sobrino de dos años y no sabemos qué está pasando”.