Luego de una agotadora noche de quitar nieve por la tormenta del lunes, Bradford Gauthier de Worcester, Massachusetts, aprendió una lección que nunca olvidará.
"Tenemos un bebé de 6 meses, así que no vemos televisión por la noche en la habitación, por lo que siempre termino usando mis AirPods y solo viendo Netflix o lo que sea", dijo Gauthier.
Pero cuando se despertó el martes para salir a palear un poco más, dijo que algo no estaba bien. "Fui a tomar un trago de agua y el agua simplemente llenó mi esófago", dijo Gauthier. "Literalmente tuve que inclinarme y dejar que se drene".
Y casualmente, o tal vez no, no pudo encontrar uno de sus AirPods.
"Esa es una de mis cosas de rutina: no puedo encontrar el AirPod, presiono la función 'Buscar mi AirPod' en mi teléfono", dijo Gauthier.
Y para colmo, la batería estaba muerta. "Creo que probablemente habría tenido un ataque cardíaco si hubiera presionado ese botón y el sonido saliera de mi garganta", dijo.
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Gauthier y su familia sospechaban que sabían dónde estaba el AirPod perdido, pero cuando corrieron a un RediMed cercano, la médica tampoco podía creerlo.
"Ella dijo: 'Muy bien, haremos una radiografía', ya sabes, como medida de precaución, y he aquí, volvió a la habitación y la expresión de su rostro no tenía precio", dijo Gauthier, riendo.
De alguna manera, en medio de la noche, este padre se había tragado uno de sus AirPods.
Gauthier se sometió inmediatamente a una endoscopia en Auburn, y los médicos recuperaron con éxito y de forma segura su auricular.
"Este es el que realmente ingerí", dijo, mientras lo examinaba.
Sorprendentemente, dice que el audio todavía funciona, pero que ahora el micrófono tiene un poco de fallas.
"Creo que tendré que buscar un video de YouTube sobre cómo desarmarlo y arreglarlo yo mismo, o reemplazar el micrófono, o simplemente elegir uno nuevo", dijo Gauthier.
Dice que espera que esto pueda ser una lección para que otros no se queden dormidos con los AirPods puestos, ya que podrían terminar con un problema similar.
