La gobernadora Maura Healey condenó el martes la obsesión del zar fronterizo Tom Homan, con Massachusetts, un día después de que este revelara que visitó el Estado de la Bahía la semana pasada, donde agentes federales arrestaron a 370 personas.
"Para ser honesta, no sé a qué se debe esa obsesión. Somos un estado muy seguro", declaró Healey a la prensa en un pasillo del Capitolio estatal el martes por la tarde, al ser preguntada sobre su perspectiva sobre la visita de Homan. "No somos un estado santuario. Las fuerzas del orden locales, estatales y federales siguen colaborando entre sí".
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Homan, quien previamente prometió visitar Boston, ha amenazado con sembrar el caos en la capital, a la que considera una "ciudad santuario" donde los funcionarios locales no cooperan con las autoridades federales de inmigración. El zar fronterizo, quien participó en la convención del Partido Republicano de Massachusetts en 2022, divulgó en un tuit el lunes que viajó a Boston la semana pasada, donde agentes federales arrestaron a 370 "extranjeros ilegales" en la región. Homan afirmó que la mayoría de estos individuos eran "delincuentes importantes", incluyendo seis fugitivos extranjeros.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU (ICE) indicó que sus agentes también atacaron a organizaciones criminales transnacionales, como la MS-13, el Tren de Aragua, los Trinitarios y la pandilla Calle 18.
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"La gobernadora Healey y la alcaldesa Wu deberían avergonzarse de apoyar las políticas santuario", tuiteó Homan.
El Departamento de Seguridad Nacional, que retuiteó un artículo de Fox News el martes sobre los arrestos en Boston, declaró: "Las políticas imprudentes de las Ciudades Santuario, como Boston, hacen que Estados Unidos sea menos seguro".
En una audiencia del Congreso celebrada el 5 de marzo, centrada en las llamadas ciudades santuario, Wu calificó a Boston como "la ciudad importante más segura del país" y defendió su enfoque hacia los inmigrantes. La Ley de Confianza de Boston limita la participación de la policía local en el ICE.
Healey declaró el martes que Massachusetts no es un "estado santuario", argumentó que "la policía estatal y local continúa cooperando con las fuerzas del orden y las agencias federales".
"Como ex fiscal general, puedo asegurarles que estoy haciendo todo lo posible para apoyar la labor de las fuerzas del orden para abordar los problemas de delincuencia en las comunidades", continuó Healey. "También quiero recordarles que Massachusetts es uno de los estados más seguros del país, y lo dejo ahí".
La gobernadora señaló que miembros de la Policía Estatal de Massachusetts fueron homenajeados recientemente en una ceremonia del Departamento de Justicia junto al presidente Donald Trump y la fiscal general de EEUU, Pam Bondi. Healey afirmó que los miembros de la Policía Estatal de Massachusetts (MSP) fueron reconocidos "por su labor en la investigación y el desmantelamiento de la pandilla Trinitarios".
"Así que no entiendo muy bien qué está pasando aquí", añadió Healey.
ICE afirmó que "muchos" de los arrestos de la semana pasada, que se extendieron del 18 al 23 de marzo, se produjeron después de que "las jurisdicciones locales se negaran a atender las solicitudes de detención migratoria para entregar a los infractores y, en su lugar, optaran por liberar a los extranjeros, lo que obligó a los oficiales y agentes a realizar arrestos en las comunidades de Massachusetts".
El representante republicano Marc Lombardo elogió las operaciones federales de seguridad en redes sociales el martes y afirmó: "Es hora de un nuevo gobernador".
"Gracias a #ICE y @EROBoston por sacar a los peligrosos #criminales #extranjerosilegales de las calles de #Massachusetts", tuiteó Lombardo. "La gobernadora de Massachusetts, Healey, y los demócratas de Beacon Hill son directamente responsables de facilitar estos delitos mediante sus políticas de estado santuario".
