Una madre y su hijo de origen boricua, perdieron la vida en el aparatoso accidente en la autopista inter-estatal 195 en New Bedford, Massachusetts.
Una madre y su hijo de origen boricua, perdieron la vida en el aparatoso accidente en la autopista inter-estatal 195 en New Bedford, Massachusetts.
La familia vino a la estación policial para solicitar el reporte del accidente, y aseguran que hay varias versiones de lo ocurrido y quieren que se esclarezcan los hechos, al tiempo que buscan ayuda para poder enterrar a esta madre y su hijo.
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Las autoridades se encontraron con una trágica escena el viernes, un vehículo volcado, dos cuerpos que salieron expulsados tras el impacto y mucha ropa y zapatos esparcidos en el asfalto.
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"Parte de las pertenencias que volaron, fueron ropa que ella les había comprado, y una señora del departamento de escuelas le había donado una ropa nueva para que los niños pudieran empezar las clases." dijo Larissa Colón, hermana de la víctima.
Gladys Colon de 35 años junto a su hijo, Willniel Osorio-Colon, de 13 años, fallecieron en el accidente que ocurrió el pasado viernes en el lado este de la autopista inter-estatal 195 cerca de la salida 24A.
"Según hemos escuchado diferentes conversaciones de que hay una persona arrestada que venía haciendo zig-zag desde antes del camino de donde hubo el accidente y fue la que se metió por la parte de atrás al vehículo, donde hizo que la guagua rodara y se accidentara", dijo Colón.
Otras tres personas resultaron heridas en el aparatoso accidente, entre ellas, una niña de 15 años, también hija de Gladys Colon, quién se ganaba la vida trabajando en un McDonald's y desde hace varios meses estaban sin hogar.
"Ella estaba de hotel en hotel, quedándose en hotel, se quedaba a veces en el carro, lo cual servicios sociales de aquí del departamento de New Bedford tenía conocimiento", asegura la hermana de la víctima.
Aida Kuilan, madre de Gladys Colón, viajó de California a Massachusetts tras enterarse del trágico accidente para poder despedirse de su hija y su nieto.
En medio del dolor que les embarga, la familia de origen boricua está uniendo esfuerzos para poder darle cristiana sepultura a sus seres queridos a quienes siempre recordarán.
El accidente está bajo investigación, y por ahora las autoridades se han mantenido herméticas.
