El concejal de la ciudad de Cambridge, Paul Toner, fue despojado de cinco cargos de presidente y copresidente de comité tras ser nombrado este mes como uno de los presuntos clientes de un burdel de lujo gestionado en apartamentos de lujo en Cambridge, Watertown y Washington, D.C.
La alcaldesa E. Denise Simmons declaró en una carta fechada el 26 de marzo que, tras consultar con Toner, este ya no presidirá los comités de finanzas, seguridad pública, desarrollo económico, relaciones universitarias, operaciones gubernamentales y ordenanzas de la ciudad.
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La carta indica que Toner continuará como presidente del Comité Especial de Revisión de la Carta Constitutiva.
En una reunión del consejo municipal la semana pasada, Toner se disculpó, pero afirmó que no renunciaría.
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"Ante todo, me avergüenza que mi nombre se relacione con este caso", declaró. "Quiero disculparme con mis compañeros concejales y con quienes me apoyan en la comunidad por haberle quitado tiempo al consejo y al debate público sobre este asunto".
"He sido un concejal eficaz que ha desempeñado sus funciones oficiales durante mi mandato lo mejor que ha podido", añadió. "Estoy aquí porque tengo el deber de cumplir con mis obligaciones con los votantes que me eligieron".
Al finalizar la reunión, Toner se negó a dar más detalles sobre su declaración, pero afirmó que no renunciaría.
La audiencia final del operativo contra el burdel de Cambridge se celebró el viernes. En total, más de 30 hombres fueron identificados como clientes.
Los investigadores federales habían descrito a los presuntos clientes del burdel como funcionarios electos, médicos, militares, contratistas del gobierno y otras personas con influencia y poder, pero no fueron identificados públicamente hasta la primera de una serie de audiencias en el tribunal de magistrados este mes, algo que ya habían combatido en los tribunales.
Las tres personas acusadas de dirigir la red - el presunto cabecilla, Han Lee, y el hombre acusado de concertar citas, Junmyung Lee, y James Lee, el hombre que proporcionaba los apartamentos que utilizaban en la red, se han declarado culpables.