Un comité del Congreso de Estados Unidos está investigando las políticas de ciudades santuario de Boston y otras tres ciudades, invitando a sus alcaldes a testificar en una audiencia en Washington el mes próximo.
La alcaldesa Michelle Wu y los alcaldes de la ciudad de Nueva York, Chicago y Denver recibieron invitaciones a la audiencia del 11 de febrero del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, y el presidente, el representante republicano por Kentucky James Comer, se refirió a las cuatro ciudades como "sobresalientes por su abyecto fracaso en cumplir con la ley federal".
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Las ciudades santuario y otras jurisdicciones santuario limitan el grado en que sus empleados pueden trabajar con las autoridades federales de inmigración que trabajan para deportar a inmigrantes indocumentados.
Junto con la presencia de Wu en la audiencia, Comer solicitó documentos y comunicaciones de la ciudad relacionados con la política.
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"Además de los esfuerzos de la Administración Trump para garantizar que la aplicación de la ley federal de inmigración pueda llevarse a cabo sin obstáculos, el Congreso debe determinar si es necesaria una legislación adicional para mejorar la seguridad fronteriza y la seguridad pública. Es imperativo que se aplique la ley federal de inmigración y que los extranjeros criminales sean expulsados rápidamente de nuestras comunidades", escribió Comer en su carta a los cuatro alcaldes.
Un vocero de la ciudad dijo a Telemundo Nueva Inglaterra y NBC Boston: “estamos orgullosos de que Boston sea la ciudad más segura de los Estados Unidos. Hemos recibido la carta y la estamos revisando”. La fecha de la audiencia, será menos de un mes después de que Wu diera a luz a su tercer hijo.
Boston es una de varias ciudades santuario en Massachusetts, bajo una política local que data de hace más de una década. Wu la defendió después de la reelección de Trump, después de haber hecho campaña con la promesa de una ofensiva contra la inmigración que ahora parece estar materializándose en la ciudad y en todo el país en la primera semana de su segundo mandato.
"Sabemos que el miedo de que alguien que podría estar vivo, que viene de una familia de inmigrantes, no denuncie los delitos o no se pronuncie sobre diferentes cuestiones, en realidad hace que toda la comunidad sea menos segura", dijo Wu en noviembre.
