Massachusetts vive hoy una crisis migratoria, y se espera una posible llegada de más migrantes, según representante estatales y organizaciones revelaron el jueves.
La gobernadora Maura Healey entregó nuevos recursos para la ciudad de Chelsea, Massachusetts, una ciudad que ha albergado cientos de migrantes, sin embargo, estos recursos no son para los albergues, sino para los residentes que llevan años viviendo allí y ya pusieron el grito en el cielo.
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Hoy se entregaron 925 mil dólares para la ciudad de Chelsea para temas de infraestructura y ayuda a familias en educación y vivienda y alimento a familias necesitadas, y la vicegobernadora Kim Driscoll fue insistente en qué no hay más recursos para enfrentar la crisis migratoria.
“El verdadero reto es que no tenemos vivienda ni recursos para ayudar a estas personas”, dijo Driscoll, quien aseguró además que si alguien piensa venir a Massachusetts debe tener planeado un lugar dónde quedarse.
“No podemos enfocarnos solo en un un solo tema, el problema migratorio y las necesidades son grandes, pero al día de hoy ya hemos gastado casi un billón de dólares” dijo Judith García, representante estatal.
Pero, pese a que no hay albergues y hoy las familias solo pueden estar por cinco días en los albergues, la vicegobernadora aseguró que “estamos trabajando con proveedores de servicios, para las nuevas familias que están llegando, y no perder la oportunidad de involucrar los niños en las escuelas”.
“Tenemos que tomar dos pasos hacia atrás, reevaluar lo que estamos haciendo y balancear ese presupuesto, tenemos residentes que han vivido aquí por muchos más años y están establecidos y también necesitan ayuda.”, dijo García.
Y aunque las organizaciones hoy puedan controlar la entrada y limitar el acceso a los albergues, lo que sí se sale de las manos es la llegada masiva de migrantes a Massachusetts.
“Es un tema que llega por olas siempre llega basado en lo que está pasando en otros países, y ahora tenemos hermanos de Haití que se ven desesperados y tienen que huir de sus condiciones y hacer un nuevo hogar”, señaló García.
Aunque la ciudad de Chelsea insiste en ayudar, hoy es una de las ciudades que más recibe migrantes a través de sus organizaciones y los albergues están a tope, y mientras el estado diga que no tiene más recursos la crisis podría agravarse.
