Hay un autobús escolar que recorre los refugios en el estado de Massachusetts, su nombre es Colori, y en cada parada que llegan brinda alegría y educación a los niños.
Hay un autobús escolar que recorre los refugios en el estado de Massachusetts, su nombre es Colori, y en cada parada que llegan brinda alegría y educación a los niños.
Este no es un autobús cualquiera, es un lugar diseñado para los niños migrantes que viven en moteles utilizados como refugios y aún no han ingresado al sistema escolar.
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"Hicimos la guagua con muchos colores, si ven los muñequitos que están pintados, eso es parte también del currículo en el que aprenden cómo Identificar emociones", dice Lisa García, Directora de salud temprana.
Al interior de Colori hay un mundo mágico, y este el único lugar donde encuentran un espacio para jugar, aprender y sanar sus emociones.
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Un grupo de cinco niños en su mayoría de origen haitiano, se subió el jueves al autobús mágico, un proyecto piloto que desarrolla la organización comunitaria, y que busca apoyar a los niños en su desarrollo socio-emocional.
"No es solamente venir y subirse y está bonito, pero aprender cosas que realmente le van a cambiar la vida que son competencias que necesitan para integrarse en la comunidad", dijo Daniel de la Fuente, CEO Amal Alliance.
De la Fuente, lidera el proyecto piloto denominado Colores de bienestar, un programa por el que han pasado más de 400 mil niños en el mundo, y actualmente están en Massachusetts brindando esperanza a las familias.
"Estos niños han pasado por mucho, tienen muchos traumas, muchas experiencias viviendas que causan que tan vez no se porten tan bien, que no pueden compartir, comunicarse", dijo De la Fuente.
Para estas familias migrantes, el autobús es un rayito de luz en medio de la oscuridad, lo mejor es que todas las semanas el autobús se va moviendo para visitar los distintos refugios.
