La alcaldesa reveló no piensa revertir el estado santuario que rige al presente en Boston, aunque sí hará cumplir la ley cuando se trate de criminales.
La alcaldesa de Boston, Michelle Wu, dijo que la ofensiva de inmigración de la administración Trump está socavando la confianza local en la aplicación de la ley, argumentando en una audiencia del Congreso intensamente partidista el miércoles que las fortalezas de su ciudad "no son a pesar de nuestros inmigrantes, sino gracias a ellos".
Los republicanos del Congreso convocaron a Wu y a un trío de alcaldes de otras grandes ciudades a Washington, D.C. para testificar sobre sus enfoques a las cuestiones federales de inmigración, buscando pintar al cuarteto como líderes de "ciudades santuario" donde las políticas locales socavan la seguridad pública.
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Antes de enfrentar las preguntas de los miembros del Congreso, Wu dijo que la ley de Massachusetts y la Ley de Confianza de Boston enfatizan que la aplicación de la ley de inmigración es "responsabilidad de la aplicación de la ley federal", no algo que debería recaer en la policía local.
"Somos la ciudad más segura del país porque nuestras leyes de armas son las más fuertes de la nación, porque nuestros oficiales han construido relaciones durante décadas y porque todos nuestros residentes pueden confiar en que cuando llaman al 911 en caso de una emergencia o para denunciar un delito, la ayuda llegará", dijo Wu en su declaración de apertura. "El enfoque de esta administración federal está socavando esa confianza".
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Wu estuvo acompañada en la audiencia por el alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, el alcalde de Denver, Mike Johnston, y el alcalde de Chicago, Brandon Johnson.
Después de las declaraciones de apertura de los alcaldes, los miembros del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes de Estados Unidos se turnaron, alternando entre republicanos, que en su mayoría fueron críticos con los alcaldes, y demócratas, que en su mayoría los apoyaron, para hacer preguntas y presentar sus propios puntos de vista sobre la aplicación de la ley de inmigración.
Los miembros de los dos partidos principales consideran que el sistema de inmigración del país está roto, pero a lo largo de los años no han podido ponerse de acuerdo sobre las soluciones, y los republicanos y algunos demócratas han descarrilado un impulso de reforma para 2024.
En Massachusetts, los inmigrantes han representado una gran parte del crecimiento de la población y la fuerza laboral del estado a lo largo de los años. Más recientemente, una afluencia de inmigrantes que huyen de las condiciones de sus países de origen ha inundado el sistema de refugios familiares de emergencia del estado, lo que ha obligado al estado a revisar la elegibilidad en un intento de controlar los costos.
