La alcaldesa Michelle Wu dijo que el Ayuntamiento de Boston "envió un mensaje fuerte" al aprobar su propuesta de control de renta el miércoles.
"Hoy, el concejo municipal envió un fuerte mensaje de que la Ciudad de Boston necesita las herramientas para abordar nuestra crisis de vivienda", dijo en una conferencia de prensa vespertina. Escuchamos de los residentes de todos los vecindarios lo terrible que es, y vemos familias que están siendo expulsadas de las comunidades en las que crecieron y ayudaron a construir".
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“Esto está afectando todo, desde cómo nuestros negocios y economía pueden recuperarse hasta la inscripción escolar y la estabilidad de cada parte de nuestros vecindarios”, agregó Wu. "Estoy muy agradecido con los concejales de la ciudad por su asociación, por su liderazgo en esto. Estamos enviando un gran mensaje. Espero seguir haciendo todo lo posible para que los bostonianos puedan seguir viviendo en esta ciudad increíble y permanecer aquí en nuestros barrios".
La propuesta de control de alquileres de Wu fue aprobada por 11-2 votos el miércoles. Los concejales Frank Baker y Erin Murphy votaron en contra de la petición de autonomía.
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"Este es un acto monumental para la ciudad de Boston", dijo el concejal Ricardo Arroyo. "Felicito a la alcaldesa por seguir adelante con el plan de estabilización de alquileres para abordar lo que ha sido y es un problema continuo y de larga data de aumento de precios y alquileres y desplazamiento de residentes de la ciudad de Boston".
Baker argumentó que la política maltrataría a los dueños de propiedades que, según dijo, han "creado riqueza generacional para la clase media en Boston", calificando el control de alquileres, al que los grupos de propietarios e inmobiliarios se oponen abiertamente, como "una mala política".
La propuesta de Wu de estabilización de alquileres y desalojo de inquilinos por "causa justa" ante el consejo limitaría los aumentos anuales de alquileres dentro de los límites de la ciudad al 6% más el cambio en el índice de precios al consumidor, con un límite del 10% en años de alta inflación. También eximiría a los pequeños propietarios que viven en edificios de dos a seis unidades, así como a las construcciones nuevas durante 15 años, en un intento por evitar desincentivar el nuevo desarrollo.
El control de alquileres se declaró ilegal a nivel estatal en 1994 cuando los votantes decidieron por poco en las urnas prohibir limitar cuánto puede crecer el alquiler para los inquilinos año tras año.