La agencia cobraba entre 20 mil hasta 30 mil dólares en efectivo a personas indocumentadas.
Once personas fueron acusadas el jueves de presuntamente concertar matrimonios falsos y presentar solicitudes de tarjeta de residencia fraudulentas para eludir las leyes de inmigración, anunció la fiscal federal de Massachusetts, Rachael Rollins.
Rollins dijo que los acusados, que viven en California, fueron acusados de conspiración para cometer fraude matrimonial y fraude de documentos de inmigración en relación con la operación de una “agencia” de fraude matrimonial a gran escala en Los Ángeles.
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Ocho de ellos fueron arrestados en California y programados para comparecer el jueves en la corte federal allí, y luego comparecer en Boston en una fecha posterior, agregó Rollins.
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Rollins dijo que los cargos se derivan de cientos de matrimonios falsos que se concertaron entre "clientes" extranjeros y ciudadanos estadounidenses desde 2016 hasta el mes pasado. Uno de los clientes vivía en Massachusetts.
La agencia supuestamente preparó y presentó peticiones, solicitudes y otros documentos falsos para corroborar los matrimonios falsos y asegurar el ajuste de los estados migratorios de los clientes por una tarifa de $20,000 a $30,000, agregó Rollins.
Seis de los acusados son ciudadanos filipinos que viven en Los Ángeles. Uno es de Brasil y los otros son residentes de Lancaster y Palmdale, California.
Rollins dijo que el fraude matrimonial es un delito grave que amenaza la integridad del sistema de inmigración legal de la nación.
La fiscal agregó que los acusados hicieron más daño al supuestamente presentar solicitudes falsas alegando que los clientes habían sido abusados por sus supuestos cónyuges estadounidenses, para que pudieran solicitar el estatus de residente permanente legal sin que sus cónyuges estuvieran involucrados.
