El abogado de la mujer de Massachusetts acusada de asesinato tras el descubrimiento de tres cuerpos de bebés en su "Casa de Horror" planteó una enfermedad mental como defensa el martes en el tribunal.
Erika Murray, de 35 años, de Blackstone, fue arrestada después del descubrimiento espeluznante en septiembre de 2014. Su arresto se produjo después de que un niño de 10 años que vivía en la casa le pidió ayuda a un vecino para que un bebé dejara de llorar.
La casa de Blackstone, que desde entonces ha sido demolida, estaba llena de basura y heces y estaba infestada de insectos. Entre la miseria, se encontraron restos esqueléticos de los tres infantes. El tercer bebé muerto fue encontrado en un armario en otra habitación. Ese niño tenía pañales y estaba completamente vestido, según los fiscales.
Los fiscales dijeron el martes que un policía del estado que respondió a la casa subió las escaleras y abrió un armario. Allí, encontraron a un bebé muerto con la placenta aún adherida. Cerca del bebé había un perro muerto en una bolsa y un segundo bebé muerto que estaba "con pañales y completamente vestido, pero eran restos de esqueleto".
Los funcionarios también encontraron a un niño de 3 años y de 5 meses en el hogar. Estaban entre los cuatro hijos vivos que fueron sacados de la casa.
Las autoridades dijeron que no había registros de nacimiento para los niños encontrados en el hogar.
Murray fue acusada de asesinato en solo dos de las muertes. Ella se declaró no culpable.
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La acusada renunció a su derecho a un juicio con jurado durante su comparecencia el martes. La jueza Janet Kenton-Walker determinará el veredicto.
El fiscal Christopher Hodgens dijo que las autoridades encontraron a un bebé de 5 meses en una cama y a un niño pequeño "meciéndose violentamente" en una cama.
"Esos niños nunca habían visto la luz del día", dijo el fiscal de distrito adjunto. "Nunca habían visto a un médico, nunca habían sido vacunados para nada. Tenían un desarrollo deficiente".
Los fiscales también dijeron que el niño que fue encontrado en la casa no pudo sostenerse y mostró signos de autismo. Según los fiscales, el bebé podía llorar pero apenas podía hacer ningún sonido. También dijeron que ambos niños mostraron evidencia de cabezas aplanadas, lo que indica que pasaron mucho tiempo de espaldas.
La defensa dijo que Murray salió de la habitación y cuando regresó, un bebé estaba muerto. Dijeron que no llamó al 911 porque estaba nerviosa.
La hija de 13 años de Murray y su hijo de 10 años nacieron en hospitales y asistieron a escuelas.
En la corte se escuchó la llamada al 911 que decía: "hay bebés dentro de la casa... están cubiertos en orina y heces".
El padre de los niños, Ramon Rivera, de 39 años, enfrenta cargos de abuso infantil. Su abogado presentó una moción en agosto de 2016 para desestimar los cargos, ya que supuestamente nunca tuvo la custodia de los dos niños descuidados que se encuentran en la casa. Sin embargo, los fiscales se opusieron y dijeron que él era el padre de los niños. Las pruebas de ADN confirmaron más tarde su paternidad.
El juicio de Murray comenzó el martes por la mañana en el Tribunal Superior de Worcester.
