BOSTON - En la primera jornada del juicio contra Dzhokhar Tsarnaev también hubo tiempo para oir los argumentos de testigos del atentado de abril de 2013, que llevaron al juzgado imágenes y vídeos de la cruenta escena en la línea de meta de la maratón.
"Fue como si un cañón atravesara el escaparate", dijo Shane O'Hara, gerente de la tienda Marathon Sports, situada enfrente de la línea de meta y que se convirtió en un lugar de refugio improvisado para muchos de los heridos.
"Lo que todavía me obsesiona son las angustiosas decisiones (que tuve que tomar): a quién ayudo antes, quién lo necesita más", afirmó entre lágrimas O'Hara, de 44 años.
Otra testigo que habló el miércoles fue Rebekah Gregory, de Houston (Texas), que perdió la mitad de su pierna izquierda en el ataque y cuyo hijo de cinco años Noah también resultó herido en la pierna.
"Creí que ese era el día en que iba a morir", recordó Gregory.
Imagen cortesía: Art Lien
Entre el público del juzgado de Boston se encontraba Carlos Arredondo, un inmigrante costarricense que fue uno de los primeros voluntarios que ayudaron a evacuar a los heridos tras el atentado.
Admite culpabilidad, pero alega influencia del hermano
Cabe destacar que en el turno de la defensa, una de las abogadas de Tsarnaev, Judy Clarke, no dudó en reconocer la responsabilidad de su cliente en el suceso, a pesar de que el propio acusado se declaró "no culpable" en pasado julio de los 30 cargos que se le imputan.
"Fue él", sentenció Clarke durante su testimonio y añadió que su cliente "debe rendir cuentas" por cometer un ataque "incomprensible e inexcusable".
Imagen cortesía: Art Lien
Local
El reconocimiento de la culpa de Tsarnaev elimina gran parte del suspense de la primera fase del juicio, dedicada únicamente a determinar si el joven de 21 años es culpable de los ataques.
La estrategia de la defensa, por tanto, parece dirigida a la segunda fase del juicio, cuando el jurado deberá decidir si impone o no la pena de muerte a Tsarnaev, como pide el Gobierno de EE.UU.