La secretaria de Prensa del vicepresidente Mike Pence, Katie Miller, confirmó el viernes a NBC News que arrojó a positivo a una prueba de coronavirus.
Dijo que el jueves había dado negativo a un examen previo y que el resultado positivo surgió tras practicarse otro test el viernes. Agregó que, por el momento, no está experimentando síntomas.
Katie Miller es la esposa de Stephen Miller, un alto asesor del presidente Donald Trump, quien está en contacto frecuente con el mandatario.
La noticia llega un día después de que la Casa Blanca dijo que un miembro del ejército que se desempeñaba como uno de los servidores del presidente Trump dio positivo por el coronavirus. La Casa Blanca dijo el jueves que Trump y el vicepresidente Mike Pence han dado negativo por el virus y "se mantienen en buen estado de salud".
Trump y Pence generalmente se han abstenido de usar máscaras, citando el hecho de que se hacen pruebas regularmente.
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El jueves Trump ordenó exámenes diarios en la Casa Blanca después de que se conociese el contagio de uno de sus asistentes personales, a la vez que instó a una revisión de las directrices federales con diferencias para zonas rurales y urbanas de cara a la reapertura de la actividad en medio de la pandemia del coronavirus.
"He tenido muy poco contacto con esta persona (...) Acabo de tener un examen, como ya habrán oído, de hecho hice uno ayer y otro hoy, y fue negativo", explicó Trump en declaraciones a los periodistas durante su reunión con el gobernador de Texas, Greg Abbott, el jueves.
No obstante, indicó que había ordenado que los exámenes del coronavirus al personal interno de la Casa Blanca se hagan diariamente, en lugar de semanalmente, como se venían haciendo hasta ahora.
"Ahora mismo somos todos guerreros. Ustedes son guerreros. Nosotros somos guerreros. Puede ser que hayas estado con alguien, todo va bien y entonces algo le ocurre a la otra persona y de repente da positivo", aseveró.
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Los asistentes personales forman parte de unidades militares de élite destinadas a la Casa Blanca, y a menudo trabajan de cerca tanto con el presidente como con la primera dama, por lo que ha crecido la preocupación acerca de la exposición de Trump al virus.
No se trata de los primeros casos en la residencia oficial ya que en marzo otro de los asesores del vicepresidente Pence dio positivo por COVID-19.
