Virginia

Terrible error: el cambio de un medicamento habría causado la muerte de un animal de servicio

Debido a que Daisy necesitaba una cirugía, Mircheva echó mano de sus ahorros, vendió su auto y llevó a la perra a Londres.

Miroslava Mircheva con su mascota Daisy.

Una mujer de Arlington, Virginia, denunció que la muerte de su perrita pudo haber sido por un error de una farmacia.

Miroslava Mircheva indicó que un veterinario le recetó un medicamento, una farmacia le proporcionó otro y su compañera de toda la vida murió a los pocos días.

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Daisy era la querida Cavalier King Charles spaniel de Mircheva. Su mascota murió hace unas semanas a los 10 años y medio.

En una entrevista exclusiva para nuestra cadena hermana News4, Mircheva dijo que cree que la culpa fue de una confusión de medicamentos.

“Es un error que se puede prevenir y nadie debería pasar por el sufrimiento que yo experimenté”, puntualizó.

Daisy era su mascota de servicio, afirmó Mircheva. Era tan importante para ella que cuando la mascota desarrolló una afección cardíaca y necesitaba una cirugía que solo podía realizarse en unos pocos lugares en todo el mundo, echó mano de sus ahorros, vendió su auto y llevó a la perra a Londres.

“Regresó con el corazón completamente sano y muy feliz”, dijo Mircheva.

Pero esa felicidad duraría poco. Seis meses después de la cirugía, un chequeo detectó una arritmia cardíaca. Mircheva señaló que su veterinario le hizo una receta y la envió directamente a su CVS local para que la surtieran.

Después de la primera dosis, Daisy comenzó a sentir dificultad para respirar, letargo y sed extrema.

Mircheva dijo que le recomendaron llevar a Daisy a una clínica veterinaria de emergencia. En unos días estaría muerta.

La mujer explicó que la posible causa del deterioro de Daisy se descubrió cuando le envió a su veterinario una foto del frasco de medicamentos recetados a la perrita. Proporcionó una imagen de una receta de amiodarona, que se usa para tratar la arritmia cardíaca.

Una segunda imagen proporcionada por Mircheva muestra un frasco recetado de amlodipino, un medicamento para la presión arterial.

Ambos medicamentos se pueden recetar a perros y humanos, pero para enfermedades diferentes. Los nombres son similares pero no son iguales.

“Nunca esperé eso. Confié plenamente en que el farmacéutico me daría lo que me había recetado”, relató Mircheva.

La mujer dijo que notificó a CVS y le contestaron que presentara un reclamo. Ahora está esperando los próximos pasos.

News4 contactó a CVS y un portavoz respondió que estaban investigando el asunto.

Mircheva dijo que espera que su historia pueda servir como recordatorio de que hay que estar más atentos a los medicamentos tanto para las mascotas como para las personas.

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