BLACKSTONE - Los funcionarios de salud de Blackstone, Massachusetts, votaron este martes a favor de la demolición de la casa donde se encontraron a cuatro niños que vivían entre condiciones deplorables.
La Junta de Salud ordenó que la casa en 23 St. Paul Street, donde se encontraron también tres bebés y varios animales muertos a principios de este mes, sea destruida en un lapso no mayor de siete días.
La dueña de la casa está obligada a cumplir con la medida. El inspector de salud de la ciudad dijo que dejar la vivienda en pie sería "dejar una cicatriz en la psique de la vecindad".
Los cuatro niños vivían entre insectos, esqueletos de animales y montones de pañales sucios. Unas condiciones de inmundicia que la policía calificó de deplorables.
Según documentos públicos la vivienda está a nombre de Kristina Rivera, una mujer de Woonsocket, Rhode Island, población ubicada a poco más de dos millas de Blackstone. Se cree que ella es familiar de Raymond Rivera, pareja de Erika Murray.
Erika Murray, de 31 años de edad y madre de los niños se ha declarado no culpable de los distintos cargos que enfrenta entre ellos el ocultamiento de la muerte de un feto, intimidación de testigos, dos cargos de permitir un perjuicio grave a un niño y crueldad animal.
Abogados defensores de Murray alegaron que ella podría tener algún tipo de trastorno de salud mental. "Solamente una persona enferma mentalmente puede vivir en la podredumbre", alegaron.
Sin embargo no hubo un requerimiento formal de hacerle una evaluación psiquiátrica, ni tampoco aún nadie ha sido acusado de homicidio. Ella está detenida sin derecho a fianza.
Los niños que vivían en la casa tenían entre 5 meses y 13 años.
La primera mujer que llamó a la policía al ver a los menores desatendidos en la casa dijo que encontró a dos niños "completamente cubiertos de heces".
Equipos de limpieza pasaron 90 horas descontaminando la vivienda.
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