NUEVA YORK - JetBlue Airways ha ofrecido comprar Spirit Airlines por alrededor de $3.6 mil millones y romper un plan para que Spirit se fusione con la aerolínea rival Frontier Airlines.
Spirit dijo el martes que recibió una oferta no solicitada de JetBlue. Dijo que evaluará la oferta y decidirá qué es lo mejor para los accionistas.
En un comunicado, JetBlue, con sede en Nueva York, dijo que la combinación con Spirit conduciría a crear "las tarifas más bajas a nivel nacional" para las cuatro aerolíneas más grandes del país: American, Delta, United y Southwest.
Frontier usó el mismo argumento en febrero para respaldar su propuesta de adquisición de Spirit, diciendo que crear la quinta aerolínea más grande del país les ahorraría a los consumidores mil millones de dólares al año.
JetBlue ofreció $33 por acción en efectivo, lo que, según dijo, le da un valor 37% más alto a Spirit que la oferta de Frontier. Sin embargo, la oferta de Frontier permitiría a los accionistas de Spirit quedarse con el 48.5% de la aerolínea combinada. Frontier dijo que su oferta en efectivo y acciones valía 2,900 millones de dólares, aunque una caída en las acciones de Frontier ha reducido su valor desde febrero.
JetBlue Airways hizo una oferta en efectivo de $3.6 mil millones por Spirit Airlines, lo que generó dudas sobre el acuerdo de Spirit para combinarse con la aerolínea de descuento rival Frontier Airlines.
La oferta se produce menos de dos meses después de que Spirit y Frontier acordaran fusionarse en un gigante de las aerolíneas de descuento.
La negociación de acciones de Spirit se detuvo antes de que el mercado cerrara el martes después de que las acciones subieran más del 22% a $26.92.
Las acciones de Spirit, con sede en Florida, se dispararon un 22% después de que The New York Times informara por primera vez la oferta de JetBlue el martes. Las acciones de JetBlue cayeron un 7%.
Una alianza entre Frontier y Spirit combinaría el mapa de rutas de Frontier, con sede en Denver, en el oeste de Estados Unidos, con la red de Spirit a lo largo de la costa este y el Caribe. Ambas son aerolíneas de bajo costo que ofrecen tarifas muy bajas y compensan parte de la diferencia al cobrar extra por muchas cosas que las aerolíneas más grandes incluyen en el precio del boleto, incluido el equipaje de mano y los refrescos.
JetBlue no es el mismo tipo de la llamada aerolínea de ultra bajo costo. Sus tarifas base son generalmente más altas que las de Frontier y Spirit, pero ofrece servicios que no ofrecen, como TV gratis e Internet gratis en cada asiento.
La fortaleza de JetBlue en la costa este, incluida Florida, significaría una superposición mucho mayor con Spirit. En un comunicado el martes, Frontier argumentó que eso conduciría a menos competencia, tarifas más altas y menos opciones para los viajeros.
Además, Frontier y Spirit son lo suficientemente pequeños como para que su acuerdo no sea examinado de cerca por los reguladores antimonopolio, aunque varios demócratas liberales líderes en el Congreso expresaron su preocupación por la fusión al gobierno de Biden. El Departamento de Justicia y varios estados presentaron demandas el año pasado para tratar de bloquear una sociedad mucho más limitada entre JetBlue y American Airlines; ese desafío está pendiente.
Un analista que cubre aerolíneas para CFRA Research, dijo que es más probable que el gobierno de Biden se oponga a un acuerdo JetBlue-Spirit que a una combinación Frontier-Spirit porque podría generar precios más altos.
Sin embargo, considera que la oferta de JetBlue es superior, por lo que “Spirit probablemente se arriesgue y acepte la oferta de JetBlue. Es demasiado dinero para dejarlo pasar”.
JetBlue es tres veces más grande que Frontier y casi el doble del tamaño de Spirit. Ha fracasado antes en adquisiciones, habiendo perdido en su oferta por Virgin America a Alaska Airlines.
Frontier está controlada por la firma de capital privado Indigo Partners, que alguna vez tuvo una participación importante en Spirit.
Un área donde los tres son similares: las quejas de los consumidores. Spirit tuvo la tasa más alta de quejas ante el Departamento de Transporte de EEUU el año pasado, seguida por JetBlue y Frontier.
