SAINT-DENIS, Francia — El clavadista mexicano Osmar Olvera conquistó este jueves su segunda medalla en los Juegos Olímpicos de París al ganar un bronce en el trampolín individual de tres metros.
Olvera, quien hace tres años terminó 14to en Tokio, totalizó 500.40 puntos y quedó detrás de los chinos Xie Siyi y Wang Zongyuan, quienes se quedaron con el oro y la plata, gracias a puntuaciones de 543.60 y 530.20, respectivamente.
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Se trata de la sexta medalla de oro en igual número de pruebas para China, que busca barrer con las ocho disponibles en clavados por primera vez desde que tantas pruebas se disputan en los Juegos Olímpicos.
Para México, la presea de Olvera es la segunda en la disciplina en París. El clavadista originario de la Ciudad de México había ganado una presea de plata junto con Juan Celaya en los clavados sincronizados de tres metros.
El bronce de Olvera es la 17ma medalla en Juegos Olímpicos en esta disciplina para los mexicanos y la confirma como la máxima proveedora de preseas para el país en la historia.
Olvera, quien fue medalla de plata en prueba individual de tres metros en el Mundial de Fukuoka, se une a Paola Espinosa, Alejandra Orozco y Germán Sánchez, como clavadistas mexicanos con dos medallas en clavados de Juegos Olímpicos.
A diferencia de ellos, Olvera logró sus dos preseas en una sola edición de Juegos Olímpicos y con 20 años recién cumplidos apenas en junio pasado el futuro luce brillante para el saltador azteca.
Joaquín Capilla es el clavadista mexicano con más preseas, al sumar cuatro. Al igual que Olvera, obtuvo dos medallas en los mismos Juegos Olímpicos (oro y bronce en Melbourne 1956).
Apoyado por una ruidosa multitud de mexicanos que acudieron al Centro Acuático de Saint-Denis, Olvera comenzó en gran forma la prueba y después de dos clavados era segundo puesto, a sólo tres puntos del primer sitio que era Wang.
La posibilidad de llegar más alto en el podio se le esfumó en el tercer salto cuando cometió un error al perder la vertical en su entrada al agua y recibió calificaciones reprobatorias que lo mandaron tercer puesto.
El mexicano recuperó la forma en sus siguientes tres ejecuciones, incluyendo un cuarto salto que rayó la perfección y le aseguró el bronce, pero ya no pudo darle alcance a los competidores chinos.
